Amarillo (o un truco más)

|

Esta mañana una mujer en un todo terreno azul me la juega en la calle mientras sus dos hijos rubios miran pegados a las ventanas de atrás. Eric y Lars, por ejemplo, están perplejos mientras la madre grita con la mano en alto y los ojos inyectados en sangre. Es un coche americano de 90.000$, por esa pasta de insonorización no escucho sus improperios... o por esa desgracia me los imagino.
No sé qué es peor.
Yo empiezo por preguntarme qué pasa ahí fuera, luego paso por decirme a mi mismo que qué haría Belano en ese momento, seguramente una de mota y al impala... Pero había encontrado un truco mejor, más fácil, para engullir sin dificultad las sobredosis de humanidad, había decidido que sonaría Parachutes todo el día.
Lo pensé cuando, de madrugada, salía de casa de J. ella bajó a despedirme, bajó dulce, suave, dura y libre. Y yo s
alí, y ella cerró la puerta con llave y yo entendí que me había quedado encerrado. Encerrado fuera, en la calle. Entonces lo decidí, sonaría todo el día, sin parar, sonaría en mi mesa de oficina, sonaría junto a mi ordenador, y cerca de mi jefa, y mirando por las ventanas a Venecia. Sonaría 10 horas, y me lo llevaría a comer, y seguiría sonando a las 7, y a las 8. Sonaría hasta los dos segundos de su coche en la noche. No había nada más que esos dos segundos. Sus dos segundos. El resto de mi vida dubujados en sus dos segundos.
Fue ahí donde lo pensé.

Y eso me salvó el día, como otras cosas te salvan el culo.

Solo quedaba, entonces, escuchar Don't panic en medio del rugido de la noche, el rugido de la autopista, de mis tripas, del corazón que, grande, me apretaba las costillas. Sin pánico, sin miedo. Ahora solo tengo lagunas, pero sé que fue más o menos así. Don't panic que es como el resto del disco, es el silencio, es el susurro fácil, es el comodín, es el todo y la nada, es en función de lo que seas, quieras y necesites. Y desde mi coche blanco corté la noche negra, y luego las guitarras suaves me ponen esta mañana en funcionamiento y todo vuelve a lo mismo. Y entonces la mujer del todo terreno azul.
Y siete escuchas, siete escuchas seguidas... y la noche de ayer, con muslos y llaves se mete poco a poco, se extiende por mi mesa. Y yo me mimetizo, y cierro los ojos que pican de sueño. Y el mundo gira amarillo mientras recuerdo el momento solitario del Palacio de los deportes. Viva la vida, viva Coldplay, viva el mundo girando, viva parachutes...
Chispas, deliciosas chispas.

Amarillo, gira amarillo y yo, que nunca pensé que un disco denominado de "elegante pop británico" camparía en este blog, disfruto el momento. Y no me canso. Ya son 8 años.

8 años amarillos.


"I said, what do I know?
Show me the right way to go,
And the spies came out of the water,
But you're feeling so bad cos you know..."